Escuchamos mucho al respecto, pero ¿qué es exactamente la fe? Muchas personas directamente la relacionan a la religión, cuando no es así. En términos básicos: es tener la certeza de lo que se espera. La fe es un principio de acción y de poder. Por ejemplo cuando tenemos a alguien enfermo tenemos la esperanza de que todo saldrá bien. Decimos y deseamos con seguridad que esa persona estará bien, porque así queremos que sea.
O, cuando determinamos el que queremos alcanzar un objetivo y trabajamos en ello en cuerpo y alma. Ahí estamos ejerciendo la fe, porque demostramos nuestra esperanza en algo que aún no podemos ver.
Se dice que “la fe mueve montañas” y es cierto. La firme creencia en que algo bueno va a ocurrir es la afirmación más poderosa que existe. Tú mismo empujas a que suceda porque tu energía, actitud, concentración, convicción, motivación está en ello.
Alguien podrá cuestionarme: pero ¿por qué aun teniendo fe, el resultado no es exactamente como yo pensaba o quería? La respuesta es sencilla: la vida como nuestra madre protectora, te dará lo que necesitas bajo la forma en que mejor sea para ti. Ten en mente que las cosas suceden por y para algo. Así que sé paciente porque estoy segura que en un tiempo sabrás por qué las cosas sucedieron así y no como tú querías o esperabas. Todo es para tu protección y crecimiento.
He escuchado a algunas personas tratar a la fe como si fuera una transacción comercial: “si la vida me da esto, entonces prometo aquello”…no, así no funciona. La fe es incondicional a cualquier circunstancia. Una persona que utiliza la fe con convicción, terminará consiguiendo lo que quiere y lo mejor: aumentará su positivismo en la vida y seguridad en sí mismo.
Los escépticos dicen que “hay que ver para creer”…y yo digo que los que tenemos fe decimos al revés: “creer para ver”…
O, cuando determinamos el que queremos alcanzar un objetivo y trabajamos en ello en cuerpo y alma. Ahí estamos ejerciendo la fe, porque demostramos nuestra esperanza en algo que aún no podemos ver.
Se dice que “la fe mueve montañas” y es cierto. La firme creencia en que algo bueno va a ocurrir es la afirmación más poderosa que existe. Tú mismo empujas a que suceda porque tu energía, actitud, concentración, convicción, motivación está en ello.
Alguien podrá cuestionarme: pero ¿por qué aun teniendo fe, el resultado no es exactamente como yo pensaba o quería? La respuesta es sencilla: la vida como nuestra madre protectora, te dará lo que necesitas bajo la forma en que mejor sea para ti. Ten en mente que las cosas suceden por y para algo. Así que sé paciente porque estoy segura que en un tiempo sabrás por qué las cosas sucedieron así y no como tú querías o esperabas. Todo es para tu protección y crecimiento.
He escuchado a algunas personas tratar a la fe como si fuera una transacción comercial: “si la vida me da esto, entonces prometo aquello”…no, así no funciona. La fe es incondicional a cualquier circunstancia. Una persona que utiliza la fe con convicción, terminará consiguiendo lo que quiere y lo mejor: aumentará su positivismo en la vida y seguridad en sí mismo.
Los escépticos dicen que “hay que ver para creer”…y yo digo que los que tenemos fe decimos al revés: “creer para ver”…